Si eres un amante del café y de los frutos secos, estamos seguros de que te encantará la receta que te traemos hoy. Se trata de la crema de avellana y café, una fusión que combina lo mejor de ambos sabores y que despierta tus sentidos desde el primer sorbo.
Cabe destacar que, aunque esta receta no es muy compleja, se requiere de un poco de tiempo y paciencia para lograr la textura y sabor deseados. Pero no te preocupes, el resultado final valdrá la pena.
Comenzamos triturando las avellanas en una procesadora de alimentos hasta conseguir una pasta uniforme. Es importante hacerlo poco a poco para que no quede ningún trozo grande.
A continuación, colocamos el café colado en una olla y lo llevamos a fuego medio hasta que hierva. Añadimos la leche condensada y la pizca de sal, mezclamos bien y retiramos del fuego.
Ahora, incorporamos la pasta de avellana a la mezcla de café y leche condensada. Batimos bien hasta que los ingredientes estén totalmente integrados y conseguimos una textura suave y cremosa. Si la mezcla queda muy espesa, podemos añadir un poco de leche hasta lograr la consistencia deseada.
Por último, dejamos reposar la mezcla durante unos minutos para que se enfríe un poco (si se quiere servir frío) o la podemos servir caliente para disfrutarla en los días más fríos.
Esta crema de avellana y café es una excelente opción para servir tanto después de una cena especial como a media tarde para acompañar unas galletas o bizcochos. Además, puede ser un excelente regalo casero para sorprender a tus amigos y familiares.
Para servirla bien, podemos ayudarnos de algunas ideas como añadir un poco de nata montada por encima o decorar con unos granos de café o avellanas tostadas picadas. También podemos servir en tarros de cristal para darle un toque más vintage, o si queremos ser más prácticos, servir en tazas de café para que cada uno se sirva la cantidad que desee.
Además de su delicioso sabor, la crema de avellana y café puede aportar algunos beneficios para nuestra salud si se consume con moderación.
Las avellanas son una de las mejores fuentes vegetales de grasas saludables, y también aportan una gran cantidad de vitamina E, proteínas y fibra. Por su parte, el café es una fuente natural de antioxidantes y puede mejorar la atención y concentración, siempre que se consuma con moderación.
En definitiva, la crema de avellana y café es una fusión deliciosa que merece la pena probar. Anímate a prepararla en casa y sorprende a tus visitas con un postre o acompañamiento original y distinto.